El camino hacia tu calma...
Cuando la exigencia se convierte en culpa
Imagina tu vida sin el peso de la exigencia y la culpa
Vives intentando hacerlo todo bien... pero por dentro, la exigencia y la culpa no te dejan descansar...
No tienes por qué seguir así. Hay una forma más amable y consciente de avanzar sin exigirte tanto.
Lo que está en juego
Si das el paso ahora…
• Aprendes a poner límites sin culpa y cuidar de tu energía.
• Rompes el ciclo exigencia → frustración → culpa.
• Gestionas tus emociones con más calma y consciencia.
• Te sientes más tranquila y alineada con tus valores.
• Comprendes tus reacciones y eliges cómo responder.
• Dejas de sentir que tienes que poder con todo.
• Te empiezas a escuchar sin juicio.
• Recuperas equilibrio y serenidad en tu día a día.
Si no das el paso...
• Te exiges demasiado, intentas controlarlo todo y si algo no sale como esperabas… te culpas.
• Llevas una presión constante en el cuerpo.
• Tu voz interna es dura: “no valgo”, “debería hacerlo mejor”, “nunca es suficiente”.
• Terminas aislándote, irritándote, sin entender por qué.
• A veces incluso exiges a los demás lo mismo que te exiges a ti.
• Esta tormenta interna te roba la calma y te aleja de ti… y de quienes quieres.
El camino hacia tu calma
Programa individual de coaching - 10 sesiones por Zoom
El coaching Ecointegrativo es un acompañamiento para aprender a escucharte, comprender cómo funcionas y relacionarte contigo de una manera más consciente y amable. No es un coaching motivacional.
No busca “arreglarte” ni tratar síntomas, sino ayudarte a reconocer los patrones de pensamiento, emoción y comportamiento que repites sin darte cuenta, y que te alejan de la vida que quieres vivir.
En este proceso, entrenas la presencia, la escucha interna y la capacidad de tomar decisiones más coherentes con tus valores. Aprendes a regular tus emociones, a calmar tu mente y a sostenerte con más compasión cuando algo te duele o te frustra.
Es un camino de autoconocimiento y responsabilidad personal, donde pasas de reaccionar automáticamente a elegir con conciencia.
El coaching no reemplaza la terapia psicológica.
Es un proceso distinto, enfocado en la toma de conciencia, la acción presente y el desarrollo de recursos internos para avanzar con bienestar y coherencia.
A lo largo del proceso te entrenarás a :
1. Observación consciente:
• Aprendes a detenerte, observar lo que piensas y sientes sin juzgar, y a escuchar las señales de tu cuerpo.
• Practicas el descanso sin culpa y soltar la exigencia que te agota.
2. Trabajo con pensamientos y creencias:
• Identificas creencias limitantes, distingues hechos de interpretaciones y transformas tu diálogo interno.
• Cultivas una forma más amable de hablarte y tratarte, desde el respeto y la consciencia.
• Tomas decisiones con claridad y confianza, incluso en la incertidumbre.
3. Regulación emocional y escucha corporal:
• Reconoces tus emociones como aliadas y aprendes a acompañarlas con respiración, cuerpo y presencia.
• Reconoces y activas tus recursos internos para avanzar con serenidad.
• Pones límites y aprendes a decir "no" con calma, construyendo relaciones más equilibradas y auténticas.
4. Clarificación de valores y propósito:
• Descubres lo que de verdad importa para decidir desde tu autenticidad y no desde la exigencia o la culpa.
• Vives guiada por tus valores, no por el miedo o la aprobación externa.
• Aprendes a validarte por lo que eres y por cómo eliges avanzar, no solo por lo que haces.
5. Acción consciente y sostenibilidad:
•Transformas la conciencia en pasos concretos, con compromiso y amabilidad hacia ti.
• Avanzas sin presionarte, disfrutando del proceso y del camino que elijas recorrer.
• Vas equilibrando tus prioridades y tu energía, encontrando sentido y presencia en tu día a dia.
Tu calma no es ausencia de movimiento, sino la capacidad de avanzar en paz contigo misma.
Acerca de mi
Soy coach ecointegrativa y acompaño a mujeres que han aprendido a exigirse demasiado y viven sintiendo culpa, a encontrar una manera más tranquila y amable de estar consigo mismas.
Pero antes de acompañar a otros, yo también tuve que aprender algo esencial que quiero compartir contigo:
no necesitas más fuerza de voluntad… necesitas dejar de exigirte tanto.
Esa comprensión sigue transformando mi vida.
Aquí te cuento por qué este trabajo no es solo lo que hago… es lo que vivo.
Así empieza tu transformación:
2. Caminamos juntas
3. Sientes el cambio
Integra nuevas formas de estar en ti. A través del acompañamiento y las herramientas de coaching ecointegrativo, aprenderás a cuidar de ti, a responsabilizarte de lo que depende de ti para estar bien, hacer las cosas con sentido, serenidad y coherencia, recuperando equilibrio y confianza en tu día a día.
Reserva tu primera sesión. Un espacio inicial donde podremos conocernos, hablar de lo que hoy te pesa y explorar si este proceso es para ti.
Tu proceso empieza con un sí a ti misma.
1. Das el primer paso
Trabajar juntas no tiene por qué ser complicado. He diseñado un proceso simple, honesto y consciente para que empieces a sentir resultados desde el primer paso.
Trae lo que necesites poner sobre la mesa. En las sesiones iremos trabajando lo que te impide avanzar con calma: la autoexigencia, la culpa o la dificultad para poner límites. Exploramos lo que hoy te pasa y definimos tus objetivos de lo que esperas conseguir en cada sesión y al final del programa.
Paso a paso, irás descubriendo que la calma no se alcanza al final del camino, sino en la manera de recorrerlo.
Imagina que tu mente es como una tormenta que no cesa: truenos de autoexigencia, relámpagos de rabia y lluvia constante de culpa. Vives intentando controlarla, pero parece que siempre vuelve.
Quizás te reconoces en esto: reaccionas con rabia cuando las cosas no salen como esperas y después te culpas por no haberlo hecho mejor. Te repites que tendrías que haber dicho otra cosa, actuado distinto, controlado más. Y al final quedas atrapada en un círculo de exigencia y culpa que parece no tener salida.
La verdad es que no tienes por qué vivir así. Tu mente no es tu enemiga: solo aprendió a exigirte demasiado. Con el acompañamiento adecuado puedes descubrir las creencias que sostienen esa voz crítica, aprender a flexibilizarla y empezar a tratarte con compasión.
Ese es el corazón de El Camino hacía tu calma: un proceso personalizado donde juntas reconocemos lo que te pesa y le damos un lugar nuevo. Para que recuperes tu calma, tu ligereza y tu libertad interior.
Porque, igual que después de la tormenta siempre llega la calma, también dentro de ti puede brillar un cielo más claro.
Lo que dicen de mi
✨ “Las sesiones con Raquel me ayudaron a mirar mis emociones sin miedo, a habitar mi cuerpo con calma y a prepararme para una etapa nueva desde la conciencia. Viví mi embarazo con más serenidad y presencia. Siento que eso también se reflejó en mi hija”
Angie Barreto, periodista - Colombia
✨ “Estar acompañada de Raquel fue un proceso de crecimiento real. Me hacía preguntas que me ayudaban a entender lo que sentía, y me llevaban a conclusiones que sola jamás hubiera alcanzado. Sigo usando herramientas que aprendí con ella.”
Katherin Castro - Suiza
✨ “Cada sesión era como quitarme una mochila del cuerpo. Llegaba con el estómago apretado, sin claridad… y me iba más liviana, respirando profundo. Esa sensación de calma no tiene precio.”
Marie M. estudiante - Suiza
✨ “Gracias a las sesiones con Raquel, dejé de crear problemas desde la desconfianza en mí misma. Hoy tengo más claridad, más confianza y más herramientas para seguir usando”
Noemí R. - Suiza
✨ “Raquel me ayudó a ver cómo me estaba exigiendo, culpando, juzgando… y a empezar a habitarme con más compasión. Aprendí a tratarme con más respeto y amabilidad.”
A.C - Francia
✨ “Raquel tiene una energía que calma. No solo trabaja con técnica, sino con una humanidad que permite explorarte sin miedo. Es un placer ponerte en sus manos.”
Reyes Rueda, coach - España
✨ “Muchas gracias Raquel por todo este tiempo compartido. Por tantas charlas reconfortantes para el alma. Por tu escucha plena, sin juicios y con tanta amabilidad, delicadeza y compresión. Una experiencia muy enriquecedora.”
I. Adamo. - Argentina
